EMPODERAMIENTO FEMENINO A TRAVÉS DE LA MODA
❀ La vestimenta no ha
sido reconocida desde siempre como una expresión o extensión de la personalidad
como lo es en la actualidad. La realidad, es que, en los inicios del ser
humano, la vestimenta era exclusivamente usada para fines de protección y fue con
el paso de los años que su significado fue evolucionando.
A finales del siglo
XVIII, por ejemplo, la estética de la vestimenta fue completamente atribuida a
las mujeres ya que ésta demostraba estatus, feminidad y poder. Este significado
de la moda fue entonces desarrollándose para dejar de ser un “disfraz” con el
cual las mujeres tendrían que aparentar para poco a poco convertirse en una
herramienta de rebelión contra el patriarcado y el clasismo.
Es así como el siglo XX
trae para las mujeres una cantidad de cambios en la moda que les permite asumir
mayor posición de rebeldía ante lo establecido por la sociedad. Coco Chanel con
el uso de pantalones para mujeres, la aceptación del uso de jeans no solo para
hombres, la aparición de la minifalda (¡Eran mujeres mostrando las piernas!) y
la apropiación de la moda por parte de la clase baja, finalmente.
Claramente todos estos
acontecimientos fueron un boom de la época que marcaron el inicio de la moda
como se reconoce hoy en día: como una forma de expresión. Quizá no se llega a
comprender la relación de ésta con el empoderamiento femenino, pero esto puede
explicarse fácilmente desde el estilo.
El empoderamiento en la
mujer refleja independencia, seguridad, amor propio y satisfacción con ser
quien es. Por esta razón, la vestimenta al ser una forma de expresión puede manifestar
estas características y hasta potenciarlas, todo depende del estilo de la
persona. Es decir, las prendas, accesorios, complementos, maquillaje y hasta
peinado que se use.
Este es el poder de la
ropa, reflejar lo que se quiera a través de la combinación de prendas y otros
elementos que logran un look deseado. Por ende, no debe subestimarse el efecto
de la moda, ya que como es de destacar, la ropa habla, en este caso, por una
mujer sin que ella diga una sola palabra.
Los colores, textiles,
estampados y cortes de la ropa tienen un impacto visual que refleja diferentes
cosas. El hecho de que una mujer use prendas que la hacen sentir segura y
cómoda con su cuerpo pueden llevarla a reflejar seguridad y amor propio, es
decir, llevar a empoderarla.
Así como en el siglo
pasado, las mujeres usaban la ropa para reflejar independencia y desagrado
hacia la inequidad de género en diferentes aspectos, en la actualidad, la
vestimenta sigue expresando ya sea ideales, gustos y personalidad de quien la
porta. La moda entonces resulta como una herramienta indispensable en este
empoderamiento, ya que es una extensión de la esencia de la mujer.
Por lo anterior, la
ropa no debe verse como banal ya que actualmente no es usada para aparentar como
en épocas de María Antonieta, ahora la vestimenta es capaz de mostrar la gran
mujer que la viste y es justo esa capacidad la que la hace una herramienta
completamente necesaria en el proceso de seguridad, amor y empoderamiento femenino.
Cada pequeña parte de
la prenda que usa una mujer refleja lo que ella es, dando sentido a que la moda
es genuinamente una expresión ya sea cultural o artística. De eso se trata
vestir, de sentirse cómodo con lo que se usa porque es una copia intrínseca de
alguien y por esta razón el mundo puede leer a través de cada prenda y detalle
la esencia de la mujer. Se deja de lado lo superficial para interpretar el
interior.
-Val.
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